Quiero empezar esta entrada con un inmenso agradecimiento a todos vosotros. A los que entráis a leer mis recetas, los que os habéis hecho seguidores y los que me habéis mandado vuestros amables comentarios...
De verdad, ¡¡UN MILLÓN DE GRACIAS!! ¡¡GRACIAS POR VUESTRA ACOGIDA!!
Estoy muy contenta, feliz.
Es increíble, además, el buen "rollo" que hay entre los bloggeros gastronómicos y el apoyo que dan a los novatos (entre los que me incluyo), ofreciéndonos vuestra ayuda y enseñanzas.
Espero seguir aprendiendo muchas cosas, cocinar cada vez mejor, fotografiar mejor (aunque sea con mi pequeña cámara compacta) y que vosotros sigáis ahí. Todos carecemos de tiempo y valoro muchísimo que me dediquéis algo del vuestro para venir a verme. Espero, también, no defraudaros.
Bueno, después de ésto, os quiero enseñar mi primer helado casero: helado de chocolate negro y cerezas confitadas. Estaba buenísimo. La única pega que le encuentro, es que le puse poca cantidad de cerezas (por si a mis hijos no les gustaban los tropezones). La próxima vez, doblo las cantidades.
Me he documentado en muchos blogs, como en el de Pamela (
Uno de dos) y el de Nika
(Denikatessem). Hay consejos y recetas increíbles por la blogosfera. Para las cerezas confitadas, cogí la receta del Layer cake al kirsch con ganache de chocolate blanco y cerezas, que hizo Gimena (
Dulcegimena).
Voy con los ingredientes:
INGREDIENTES
Para el helado:
- 300 ml de leche entera (yo usé semidesnatada).
- 200 g de creme fraiche (no tenía y puse 225 g de nata con un 35% de materia grasa).
- 30 g de cacao en polvo (Valor, en mi caso).
- 70 g de chocolate (75 g de chocolate negro con 70% de cacao. Cuanta más calidad tenga el chocolate, más bueno estará el helado).
- Una pizca de sal.
- Unas gotas de esencia de vainilla.
- 90 g de azúcar (yo puse 100 g)
- 2 yemas de huevo.
Para las cerezas confitadas:
- 150 g de cerezas.
- Una cucharada de azúcar.
- Una cucharada de mantequilla.
- 30 ml de kirsch (yo puse una cucharada de ron miel).
PREPARACIÓN
Empezamos preparando las cerezas confitadas y las reservamos en la nevera hasta que llegue el momento de ponerlas en el helado.
Para ello, las lavamos y les quitamos el hueso. En una sartén, ponemos el azúcar, la mantequilla y las cerezas. Lo cocinamos durante 5 minutos, removiendo continuamente. Agregamos el licor y apagamos el fuego. Cuando se temple, enfriar completamente en la nevera.
Ahora vamos con el helado. Lo he hecho de forma tradicional. No tengo heladera, ni Tmx... Si vosotros tenéis, más fácil os resultará.
En un cazo, se calienta la leche y la nata a fuego bajo para que se temple, removiendo de vez en cuando. Después, se añade el cacao en polvo y lo mezclamos bien. Ponemos el chocolate troceado, la esencia de vainilla y la pizca de sal. Removemos hasta que se disuelva todo y lo dejamos al fuego. Batimos las yemas y las mezclamos con el azúcar. Cuando empiece a burbujear la mezcla de chocolate, le echamos las yemas azucaradas. Sin dejar de remover, lo dejamos a fuego lento hasta que espese un poco. Pamela advierte que no debe llegar a hervir, porque se cortaría. Lo apartamos del fuego y dejamos enfriar completamente.
Nika aconseja poner el recipiente en un bol con agua helada (agua fría con hielo) para acelerar el proceso.
Pasamos la mezcla a un recipiente metálico y lo llevamos al congelador. Cuando pase una hora aproximadamente, tenemos que batir la mezcla para romper los cristales de hielo. Lo devolvemos al congelador y repetimos el batido cada 30 o 45 minutos en las siguientes 2 o 3 horas. Cuantas más veces lo hagamos, más cremoso saldrá el helado. La última vez que lo batamos, le integramos las cerezas confitadas.
Ésta es mi versión. Se pueden cambiar las cerezas por otros ingredientes, como trocitos de galleta, otras frutas como el plátano, algún cereal... Lo que se os ocurra.
Para terminar (creo que es la entrada más larga que he escrito) os quiero enseñar lo fácil que puede ser montar unas copas de helado. Surgió de un día de playa, donde nos tomamos unos helados en una heladería. Mis niños me preguntaron si les podría hacer copas como aquéllas. Y ésto fue lo que salió:
Los ingredientes que utilicé fueron:
- Helados de distintos sabores.
- Nata montada.
- Nueces.
- Almendras picadas.
- Siropes de chocolate y de fresa.
- Fideos de chocolate.
- Barquillos (de la marca Cuétara).
La preparación no tiene complicación ninguna. Sólo hay que disponer los ingredientes a vuestro gusto y a disfrutar.
Probé hacerlo en dos versiones: en copas y en tulipas. Las dos quedan estupendas.
Haciendo esta receta, aprendí además:
Lo difícil que es fotografiar helado (con una cámara compacta, de lo más normal del mundo) a 40º (que es la temperatura que tenemos por Sevilla en esta época) y con dos niños pequeños que no pueden esperar más para comérselos. Y que montar la nata, con ellos intentando ayudar, es casi imposible. Creo que me faltó batir un poco más.