ROSQUITOS CASEROS

Buenos días.

Esta vez sí. 

Estos son los rosquitos caseros cuya receta hace mi familia desde hace muchísimos años.

Además de lo ricos que están, es una receta a la que tengo mucho cariño porque me trae muchos recuerdos de mi niñez. 

Aún veo claramente la cocina de mi abuela, el olor del aceite caliente con la corteza de limón y a mi hermana y a mí rallando los limones o cogiendo porciones de masa y formando los rosquitos. Y parece que aún oigo a mi madre reñir a mi hermana porque hace los rosquitos demasiado pequeños...

Sí, todavía lo oigo...porque sigue pasando, jejeje. Todavía se empeña en hacerlos tan pequeños que se pueden comer de un bocado. Hay cosas que nunca cambian, ¿verdad?

Como tantas y tantas Navidades nos hemos reunido para hacer esta receta. 

Mi madre, mi hermana y yo (mi abuela ya es demasiado mayor y nos miraba desde el salón descansando en  su cómodo sillón orejero). Nos reunimos en la casa de mi madre y pasamos una tarde estupenda alrededor de los fogones.

Espero que mis hijos se unan a la tradición el año que viene. (Esta vez, estaban ocupados con la Nintendo DS).

Bueno, no me enrollo más. Os pongo ya la receta. 

Como suele ocurrir, las medidas son un poco abstractas (un vaso de esto, dos de aquello, harina la que admita...) así que me llevé mi báscula y lo fui pesando todo mientras mi madre hacía la masa. Espero que os ayude y os animéis a prepararlos en casa.

INGREDIENTES

• 3 Huevos.
• Un vaso de azúcar (240 g).
• Ralladura de dos limones y un trozo más de corteza para aromatizar el aceite.
• Un vaso de leche (247 g).
• Un vaso de aceite de girasol con el aroma de limón (229g).
• Harina de trigo la que admita (aproximadamente 1 kg., de los cuales, 250 g son de harina bizcochona).
• Aceite de girasol con aroma de limón para freir lo rosquitos (lo siento, esto no lo medí pero es bastante cantidad. Mi madre llena una sartén grande para que haya para la masa y para freir).
• Azúcar y canela para rebozar.

PREPARACIÓN

Lo primero es poner el aceite de girasol con el limón al fuego para que coja el sabor. Hay que dejarlo templar y reservar.

Para hacer la masa, cogemos un bol y vamos poniendo los ingredientes en el mismo orden que menciono arriba. Batiendo muy bien hasta que ya no podamos hacerlo con la batidora porque esté muy espesa. Es ahora cuando espolvoreamos un poco de harina en la encimera y volcamos la masa en ella para seguir trabajándola con las manos. Obtendremos una masa que no se pega en las manos y que ya no admite más harina. Entonces sabremos que está lista.

La dejamos reposar unos 30 minutos tapada con film transparente en el frigo.

Pasado este tiempo, cogemos porciones de masa y vamos formando roscos. 

Los freímos en el aceite que no debe estar demasiado caliente, para que se hagan por dentro y no se quemen por fuera.

Inmediatamente, los rebozamos en la mezcla de azúcar con canela y los vamos colocando en una caja metálica o bol donde los guardaremos. 

Hay que taparlos con film transparente cuando ya estén fríos. 

Se mantienen perfectos durante una semana.

Si ponéis leche sin lactosa pueden tomarlos las personas con intolerancia a este azúcar que lleva la leche de vaca de forma natural. 

Espero que algún día me salgan tan ricos como a mi madre. Seguiré practicando...

Para la próxima entrada, os diré cómo me ha ido la OPERACIÓN ROSCÓN DE REYES. 

¿Me saldrá bien o será un desastre? 

Pase lo que pase, os lo enseñaré. Tengo todo preparado para empezar ahora mismo. Por lo pronto, tengo la gran ayuda de mi niño que me irá leyendo la receta para que no se me olvide nada, jejeje. (Le encanta leer).

Que los Reyes Magos os traigan muchos regalos.

Hasta pronto.