No se cuantas veces he preparado estas magdalenas desde que las vi en el blog de Silvia (Mi dulce tentación). Están impresionantes, esponjosas, suaves... Se han convertido en una de mis indispensables.

INGREDIENTES

• 350 g de harina.
• 250 g de azúcar.
• 250 g de aceite de girasol.
• 100 ml de nata.
• 1 sobre de levadura.
• 250 g de huevos (siempre pongo 4 unidades de talla L).
• La ralladura de un limón o extracto.
• Azúcar blanca para espolvorear.

PREPARACIÓN

Empezamos batiendo los huevos con el azúcar hasta que tengamos una mezcla cremosa y haya aumentado de volumen. Cuanto más batas, más esponjosas saldrán las magdalenas. Primero lo hago a velocidad media y después al máximo.

Cuando estén bien montados los huevos con el azúcar, a baja velocidad vamos incorporando los demás ingredientes. Primero, la ralladura, después el aceite y la nata en un hilo y, por último la levadura y harina tamizadas también poco a poco. Conseguiremos una mezcla muy esponjosa y cremosa.

Dejamos reposar 10 minutos y mientras, encendemos el horno.

Siempre que hago magdalenas, precaliento a 250º.

Llenamos las cápsulas de papel hasta un poco menos del borde o las 3/4 partes. Utilizo la cuchara de helados y me gusta llenarlas bastante.

Espolvoreamos con azúcar blanca por encima y al horno.

Dejamos 5 minutos a 250º, 5 más a 200º y otros 5 a 180º.

Sacamos la bandeja y dejamos reposar en el mismo molde unos minutos. Por último, dejamos enfriar del todo en una rejilla.

Así me quedan perfectas. 

Silvia precalienta el horno a 230º. Cuando mete las magdalenas lo baja a 210º y hornea 10 o 15 minutos. También he probado así y genial también.

Ya sabéis que como cada horno es distinto, tenéis que experimentar con el vuestro.

Mirad qué miga tiene. Además, se conservan muy bien en una lata hermética o en un envase de cristal tapadas con film transparente unos días.

Bueno, espero que las probéis y me contéis. Ahora sí que me pongo de verdad con los preparativos navideños y volveré con alguna receta típica de estas fechas.

Para la próxima entrada, una muy fácil...¡¡¡ÁRBOL DE HOJALDRE!!!

Hace un año...¡¡¡CRINKLES DE CHOCOLATE!!!

Hasta pronto.

No quiero que pase ni un día más sin pasar por aquí y traeros la receta de un bizcocho que duró dos días en mi casa.

La receta es de Claudia, de la que ya os he hablado anteriormente.

Con esta receta podéis aprovechar esos plátanos demasiado maduros que se quedan en el frutero y que nadie quiere para hacer un bizcocho jugoso con dulce de leche y rematado con chips de chocolate del que sólo os puedo decir maravillas.

¿Queréis probarlo? Pues vamos a ello.

INGREDIENTES

• 75g de mantequilla blanda.
• 25 g de azúcar.
• 1 huevo.
• 280 g de dulce de leche.
• 225 g de harina.
• 2 cucharaditas de levadura en polvo.
• 3 plátanos pequeños maduros.
• 60 g de chips de chocolate.

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º y mientras batimos bien la mantequilla con el azúcar. Después añadimos el huevo, mezclamos y también el dulce de leche. 

Tamizamos la harina con la levadura y la incorporamos a la mezcla anterior con movimientos envolventes.

Incorporamos los plátanos triturados y, por último, los chips de chocolate de los que apartamos unos cuantos para poner por encima.

Toda la masa la volcamos en un molde de plum cake engrasado y cubierto con papel vegetal.

Espolvoreamos los chips restantes y al horno.

Horneamos entre 45 y 55 minutos y dejamos reposar diez minutos sobre una rejilla.

Desmoldar y dejar enfriar sobre la rejilla.

¿Quién se anima a probarlo antes de meternos de lleno en los preparativos de Navidad? ¿O ya estáis en modo Navidad On?

Yo ni siquiera he pensado todavía en nada. Como siempre voy retrasada. Recuerdo que el año pasado me propuse que estas fiestas intentaría hacer un panettone y he estado mirando recetas por la blogosfera. Pero ahora no sé si sacaré tiempo y fuerzas para eso. Ya llega Diciembre y también trabajo los domingos, así que no sé. Ya veremos. 

Para la próxima receta...¡¡¡MAGDALENAS DE NATA!!!

Hace un año...¡¡¡CONCHAS DE PILOTAS!!!

Hasta la próxima.

Hola a todos.

Hoy toca cumple, así que os traigo una selección de fotos de lo que preparamos para el último cumpleaños de mi niño. Tema que eligió: STAR WARS o lo que es lo mismo, LA GUERRA DE LAS GALAXIAS.

¿Preparados? Pues vamos.

Como siempre, quería poner una mesa dulce y otra más pequeña con lo salado pero en esta ocasión no me cabía todo lo dulce en una, así que a improvisar. En la mesa de salado pusimos los "cruasanes imperiales" y las "napolitanas de chocolate rebeldes", junto a frutos secos y sandwiches variados.

A las pajitas para las bebidas les pusimos washi tape negro para imitar a espadas láser.

Cuando pregunté a Pablo como quería la tarta me dijo que de fondant. Pero su padre la quería de chocolate e intentó por todos los medios convencerle, sin ningún éxito. Así que ahí estaba yo para dar la solución salomónica: un Darth Vader de fondant y un Darth Vader Sacher. Para el primero hice un bizcocho de manzana con buttercream de canela y nueces picadas y para el segundo la clásica receta de tarta Sacher.

Para las chuches, como me encantan los árboles de chuches de Clemenvilla, se me ocurrió hacer algo parecido imitando los soles de Tatooine (si no eres un friki de la saga, mira aquí) con gominolas de albaricoque compradas en IKEA. 2 kilos de chuches que mi papi colocó pacientemente ayudado de mis niños.

El mural del fondo es cartón pintado de negro con spray y estrellas de papel de aluminio pegadas caóticamente por mis peques. El motivo central lo hizo mi marido. Lo encontró por interner y nos hicieron mucha gracia los muñequitos.

El cumpleañero ataviado para la ocasión con su espada láser que le trajeron los reyes magos hace unos cuantos de años y con la que sigue jugando, aunque ya está bastante maltrecha.

Estas magdalenas de nata galáctica se han horneado en mi casa bastantes veces desde que las publicó Silvia. Para mí, impresionantes y con ese copete tan alto que me encanta.

La receta de tarta de queso estelar la vi en el blog de Ingrid y desde entonces me moría por probarla. Es la primera vez que la hice y salió perfecta. Acompañada con mermelada de frutos del bosque para que los invitados se sirvieran.

Los cruasanes y napolitanas de chocolate desaparecieron volando. Ni siquiera tengo foto de la bandeja de estas últimas. ;)

Y no podían faltar las galletas decoradas. Para mis hijos no puede haber cumpleaños sin galletas decoradas. Busqué por internet cortadores con expulsor y quedaron así:

Por supuesto, poco a poco, os iré poniendo las recetas. Los que tuvieron más éxito fueron las napolitanas de chocolate, la tarta de queso y la tarta Darth Vader de manzana y canela.

Espero que os haya gustado. Contadme qué os ha parecido ¿vale?

Para la próxima receta...¡¡¡BIZCOCHO DE DULCE DE LECHE Y PLÁTANO!!!

Hace un año...¡¡¡CUPCAKES BUHO PARA HALLOWEEN!!!

Espero volver pronto. De verdad que lo intento ;)

Estoy de vuelta después de más de un mes de ausencia y sin traeros la receta del pastel de canela y crema de chocolate con avellanas. Sí, lo siento, pero vayamos por partes: 

-el pastel de canela y crema de chocolate lo intenté una vez y fue un desastre. :( Tengo que repetirlo.

-la ausencia forzosa ha sido debida al trabajo y a la preparación del cumple de mi niño. Finalmente, lo celebramos el domingo porque pude unir varios días de descanso. El pobre ha esperado pacientemente como un campeón; su cumpleaños es el 20 de septiembre. ;)

Así que, para no demorar más mi paso por aquí y pensando que no sé cuando podré volver a intentar el susodicho pastel de canela y crema de chocolate, os traigo unas cookies riquísimas que os van a encantar.

La receta es de Alma. Sólo he bajado un poco la cantidad de crema de cacahuete porque no tenia más y le he añadido conguitos en lugar de M&M´s. Me pareció que también le iban que ni pintado.

INGREDIENTES

• 115 g de mantequilla sin sal.
• 100 g de azúcar moreno.
• 50 g de azúcar blanco.
• 1 huevo L.
• 1 cucharadita de aroma de vainilla.
• 180 g de crema de cacahuete (yo, 120g).
• 1/4 cucharadita de bicarbonato sódico.
• 160 g de harina.
• 120 g de cacahuetes cubiertos de chocolate (los míos de Hacendado).

PREPARACIÓN

La preparación ya sabéis que no tiene ningún misterio. Sólo tenéis que ir añadiendo los ingredientes en el mismo orden que os he indicado arriba, quedando una masa un poco pegajosa.

A mí, me gusta meterlo un poco al frigorífico mientras que se precalienta el horno para que endurezca un poco y sea más fácil coger porciones. Pero no es necesario.

El horno lo precalentamos a 180º y metemos nuestras cookies entre 8 y 13 minutos. Yo las saco cuando veo que se doran los bordes.

Dejamos unos minutos en la misma bandeja porque aún estarán un poco blandas y después las terminamos de enfriar en una rejilla.

Se mantienen perfectamente, guardadas en latas herméticas.

OBSERVACIONES

Utilicé crema de cacahuetes con trocitos que era la que tenía. La próxima vez, probaré con la crema suave. Ambas se pueden usar sin problema.

La cantidad de crema de cacahuete que le puse es suficiente porque da mucho sabor, pero eso depende de los gustos de cada uno.

Os han entrado ganas de encender el horno, ¿verdad?

Pues venga, probadlas y me contáis.

Para la próxima entrada...¡¡¡FIESTA DE CUMPLEAÑOS STAR WARS!!!

Hace un año...¡¡¡FIESTA TEMÁTICA BEN 10!!!

Hasta pronto.

Casi que se nos va el verano ya, pero no quería dejar pasar esta receta. 

Todos los veranos me pasa igual. Mis niños me piden helados pero reconozco que me da un poco de pereza ponerme a ello. Será porque no soy mucho de helados, no sé. El caso es que hay muchas recetas, muy fáciles de preparar, sin tener que utilizar heladera ni nada, por lo que no tengo excusa. Por ello, y por unos melocotones un poco feuchos que me quedaban en la nevera, saqué la receta que tenía apuntada de Directo al paladar y al lío.

INGREDIENTES

• 255 g de melocotón muy maduro.
• Unas gotas de zumo de limón.
• 1/2 cucharada de miel suave.
• 100 g de azúcar.
• 1 cucharadita de esencia de vainilla.
• 200 ml de nata para montar.
• Frambuesas y sirope de fresa para decorar.

PREPARACIÓN

Lavamos los melocotones y los pelamos, quitando las partes feas o estropeadas. Los troceamos y ponemos en un bol con el zumo de limón, la miel y el azúcar. Mezclamos y dejamos reposar 15 minutos.

Añadimos después la esencia de vainilla y la nata. Trituramos todo con la batidora hasta obtener un puré fino. Metemos al frigo hasta que la crema esté fría.

Después, al congelador y lo vamos batiendo frecuentemente, cada media hora, para evitar que cristalice.

Para conservarlo, tapar con papel de horno y consumir antes de cuatro días.

Para decorar puse algunas frambuesa y sirope de fresa.

El toque dulce del helado con el ácido de las frambuesas, me encantó. La próxima vez, le añado trozos de frambuesa cuando ya tenga consistencia de crema en el congelador. En casa, triunfó.

Espero que os haya gustado la receta.

Para la próxima...¡¡¡RETO 101: PASTEL DE CANELA Y CREMA DE CHOCOLATE CON AVELLANAS!!!

Hace un año...¡¡¡GALLETAS DE COCO Y ANACARDOS!!!

Hasta pronto.

Hola a todos.

Esta receta que os traigo hoy es apta para cualquier cocinero. Es de las fáciles, fáciles y sólo hacen falta tres ingredientes. Es del Nº 6 de la revista Postres de "Lecturas". Me la compré cuando estaba en la playa este verano para leer debajo de la sombrilla ;) y tiene una variedad de recetas impresionantes y buenísimas. 

Ésta es la primera que hago por su facilidad y para entretener a mis pinches de cocina, que el verano se hace muy largo. ¡Qué ganas de que empiece el cole!

INGREDIENTES

• 1 lámina de hojaldre refrigerado.
• 100 g de almendras crudas (yo, almendra crocanti).
• 50 g de azúcar glass.

PREPARACIÓN

Empezamos cortando la lámina de hojaldre en tiras largas y finas. Las retorcemos con cuidado formando cordones y los colocamos formando una U. Doblamos los extremos hacia el interior y presionamos con los dedos para adherirlos.

Espolvoreamos las almendras picadas sobre los lazos y horneamos 20 minutos a 180º.

Aparte, mezclamos el azúcar con 15 ml de agua tibia y mezclamos para hacer el glaseado. Cuando saquemos los lazos del horno, los bañamos con el glaseado y dejamos enfriar.

Una merienda preparada en un santiamén y que hasta los niños pueden hacerla. Como podéis ver en las fotos, algunos tienen más glaseado que otros. Según el gusto de cada uno.

¡Hay que ver lo agradecido que es el hojaldre!. Se pueden hacer infinidad de recetas, dulces o saladas. En casa, siempre hay hojaldre fresco en el frigo. Y cuando me lance a hacer hojaldre casero, veremos si me sale...supongo que será una locura.

De momento, me he propuesto atreverme con las masas levadas y con el pan durante este curso. También, retomar el reto 101, que lo tengo más abandonado...así que quiero que una de cada cuatro recetas sea del reto. Veremos si lo consigo :)

Para la próxima receta, antes de que acabe el verano...¡¡¡HELADO DE MELOCOTÓN!!!

Hace un año...¡¡¡TRUFAS DE GALLETA Y CHOCOLATE!!!

Hasta la próxima receta.

Empezamos el mes de Septiembre después de un pequeño descanso que nos ha venido perfectamente a todos. Unos días de playa, otros en casa, pero en familia que es lo que más echamos de menos cuando volvemos a la rutina, al trabajo, al cole...

Y para volver, esta receta.

A mi hijo le encantan los libros de Gerónimo Stilton. A los que tengáis hijos, seguramente os sonará este ratoncillo investigador, director del diario más famoso de la Isla de los Ratones. Para los que no lo conozcáis os diré que sus libros son todo un fenómeno entre los más pequeños debido a sus historias, sus ilustraciones, sus recetas, incluso trae olores. Yo los he ojeado y me han encantado ;)

Os cuento esto porque en uno de sus libros, Pablo vio la receta de la tarta quesosa hecha con queso ricotta, nata y chocolate, y quería que yo se la hiciera. Le dije que investigaría más tartas con este queso, ya que nunca lo había utilizado y la fiabilidad de la receta de su libro, me parece un tanto dudosa. Ha esperado "pacientemente" (recordándomelo cada dos por tres) hasta que encontré esta maravilla en el blog Delicious stories. Lena la vió en el blog de Silvia, Y sigo en la cocina.

Sólo os puedo decir que no dejéis de probarla.

INGREDIENTES

Para la base:

• 200 g de galletas digestive trituradas (yo puse bizcochos de soletilla).
• 60 g de nueces también trituradas.
• 70 g de mantequilla derretida.

Para el relleno:

• 500 g de queso ricotta.
• 350 g de queso mascarpone.
• 225 g de chocolate blanco.
• 225 g de chocolate con leche (puse chocolate negro).
• 170 g de azúcar.
• 3 huevos.

PREPARACIÓN

Primero, forramos la base de un molde desmontable con papel vegetal. 

El horno lo precalentamos a 160º.

Las galletas o bizcochos de soletilla los trituramos en el procesador de alimentos, al igual que las nueces. Lo mezclamos todo con la mantequilla derretida y extendemos bien por el fondo y los laterales del molde.

Lo dejamos reposar en el frigorífico mientras preparamos el relleno.

Fundimos los dos chocolates por separado, al baño maría, en cazuelas distintas.

Los quesos los mezclamos con el azúcar y los huevos, sin meterlo mucho aire. Sólo hasta que consigamos una crema homogénea. La dividimos en dos porciones para mezclar cada una de ellas con un chocolate.

Sacamos el molde de la nevera y vertemos primero la crema de chocolate negro y después la de chocolate blanco.

Metemos al horno a 160º durante una hora aproximadamente y dejamos enfriar. Cuando esté fría, la metemos en la nevera hasta el día siguiente. 

Antes de servir, decorar con fideos de chocolate, chips, cereales recubiertos o lo que se os ocurra.

OBSERVACIONES

Utilicé un molde de 20 cm por aquello de dosificarme un poco. No me sobró nada de la base pero del relleno sí. Yo diría que para hacer otra tarta de 20 cm. Lo guardé en el congelador y así lo tengo adelantado para otra ocasión.

Espero que os haya gustado la receta.

Para la próxima...¡¡¡LAZOS GLASEADOS CON ALMENDRA!!!

Hace un año...¡¡¡BIZCOCHO DE OREJONES Y MASCARPONE!!!

Nos vemos muy pronto.

Hace poco fuimos a ver una exposición sobre el Antiguo Egipto donde había una réplica del templo de Abu Simbel. Nos gustó muchísimo a todos y despertó el interés de mis hijos por esta cultura que a mí me apasiona. De esta visita y del souvenir que les compramos surgió la idea de hacer una receta egipcia, donde por supuesto tendrían que salir fotografiados sus sarcófagos para guardar secretos.

He estado investigando por internet sobre ello y hay información muy interesante. La receta que más me llamó la atención fue ésta: maskina. Se trata de una torta hecha de harina, nata y azúcar, a la que se añaden frutos secos y el endulzante que más usaban los egipcios en aquella época, la miel.

Parece ser que las frutas que más utilizaban eran los higos (de la higuera y del sicómoro) y los dátiles, ademas de las uvas. Por ello, he utilizado higos, dátiles, pasas sultanas y nueces. Mi miel, de romero.

La receta en la que me he basado es de Gastronomía y Cia.

INGREDIENTES

• 250 g de harina.
• 150 g de nata (la justa para que sea la que pide la harina).
• 50 g de azúcar.
• Frutos secos y miel (un puñadito de nueces, otro de dátiles, otro de higos secos y otro de pasas sultanas).

PREPARACIÓN

Integramos la harina, la nata y el azúcar hasta formar una masa fina y homogénea. Formamos una bola, la metemos en film transparente y reservamos en la nevera durante media hora.

Cuando haya reposado, la aplanamos con el rodillo sobre papel vegetal. Podemos hacer porciones individuales o una torta única. Debe tener 1 cm de grosor y forma redondeada. 

Enrollamos el borde para que quede más elevado y no se salga la miel al hornearla. La pinchamos con un tenedor para que no suba y la cubrimos con los frutos secos picados. 

Regamos con la miel y al horno 30 minutos a 180º.

Si se tuesta mucho, podemos cubrirla con papel de aluminio.

Dejamos enfriar y la cortamos en porciones.

Se debe consumir en el mismo día porque la masa se endurece bastante.

Con esta receta nos despedimos hasta Septiembre. 

Nos vamos unos días a la playa para desconectar y descansar.

Como dicen mis niños, el plan es "mucha playa, mucha playa". Por lo que también estaremos desconectados de internet un tiempo. 

Volveremos con fuerza y energía, además de muchas ganas de cocinar y seguir aprendiendo.

Espero que vosotros también disfrutéis del descanso que seguro que os merecéis.

Hasta la vuelta.

He vuelto a preparar estos cupcakes que me encantaron desde el primer momento. Los hice para el cumpleaños de mi niña y aún no os los había enseñado. Los vi en la galleta rota. Son unos cupcakes esponjosos de limón y frambuesa a los que Rosa acompaña con un frosting de mascarpone y frambuesa que me trae por la calle de la amargura. Sí, porque he intentado hacerlo hasta en tres ocasiones y siempre se me corta. Pero vamos, que no me rindo y seguiré intentándolo.

Bueno, pues como mi frosting de mascarpone no daba la talla, puse un rico ganache de chocolate negro al que nadie se puede resistir (o casi nadie). Para mis hijos ha sido un acierto, claro. Todo lo que sea chocolate...

Ahí va la receta:

INGREDIENTES

Para la masa del cupcake:

• 2 huevos.
• 100 g de azúcar.
• 100 g de mantequilla a temperatura ambiente.
• 100 g de harina con levadura.
• Ralladura de 1 limón.
• 1 pizca de sal.
• Frambuesas (las mías, congeladas).

Para el frosting, por si lo queréis probar:

• 125 g de mascarpone.
• 125 g de nata para montar.
• 25 g de azúcar glas.
• 1/2 cucharadita de pasta de frambuesa.

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

Batimos la mantequilla con el azúcar y la ralladura de limón unos 5 o 6 minutos, hasta que esté esponjosa.

Después añadimos los huevos de uno en uno, incorporándolos completamente.

Tamizamos la harina con la sal y la agregamos a la mezcla.

Llenamos las cápsulas de cupcakes, yo lo hago hasta los 2/3 con la cuchara dispensadora de helados. Ponemos una frambuesa por cápsula y horneamos 15 minutos aproximadamente. Mis cápsulas son grandecitas y tardaron un poco más, unos 25 minutos. Me salieron 6 unidades.

Para hacer el frosting de mascarpone, tendréis que batir todos los ingredientes, excepto la pasta de frambuesa, hasta que coja consistencia. Después, añadir la pasta y mezclar bien. La metemos en la manga pastelera con la boquilla que queramos y a decorar nuestros cupcakes.

Bueno, espero que os animéis a probarlos. Y me contéis vuestros truquitos para hacer las coberturas y que os queden tan cremosas y firmes.

Para la próxima receta, una con historia...¡¡¡MASKINA!!!

Hace un año...¡¡¡TARTA HUESITOS!!!

Hasta pronto.

Este bizcocho lo vi en la web de Pequerecetas cuando buscaba un bizcocho sin huevo para que mi niña lo llevara al cole por su cumpleaños. Me comentaron que les gustó mucho. Así que lo he repetido para tomarlo en casa, aunque añadiendo pera para darle otro toque y además, sin lactosa. 

Puse la pera cortada en gajos, muy bien colocadita en círculo, como las tartas de manzana, os hacéis una idea ¿no? 

Bueno, pues en el horno, a medida que iba subiendo la masa, le salió un cráter central (cual agujero negro que lo absorbe todo), por donde se fueron hundiendo las láminas de pera, que se fueron trasladando al fondo (a modo de tatin), mientras yo lo veía todo tras el cristal sin poder hacer nada. :(

En fin, decidí hacerle las fotos por si acaso por la mañana, que esa semana mi turno en el trabajo era de tarde. A la mañana siguiente, me encontré que había desparecido la mitad del bizcocho y aunque lo hice en un molde de 20 cm, me extrañó. La respuesta que me dio mi marido fue que lo "probaron" (él y mis dos niños) para merendar y que les gustó mucho.

Por eso os la muestro hoy y así podéis juzgar vosotros mismos.

INGREDIENTES

• 1 yogur natural sin lactosa.
• 4 medidas (del vaso de yogur) de harina.
• 2 medidas de azúcar.
• 1 medida de aceite de oliva.
• 1 medida de leche sin lactosa.
• 1 sobre de levadura en polvo sin huevo (yo utilizo la de Hacendado).
• Ralladura de 1 limón.
• 1 pera y media en gajos.
• Azúcar glas para decorar.
• Aroma de limón (opcional).

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º y mientras, hacemos la masa.

Para ello, sólo tenemos que batir bien todos los ingredientes, menos la pera.

Engrasamos el molde. Yo siempre lo hago con margarina o mantequilla  y lo cubro con papel de horno. En este caso, lo engrasé con margarina vegetal sin lactosa.

Volcamos la masa y colocamos la pera a nuestro gusto. La metemos al horno y la dejamos entre 45 y 60 minutos. Probamos con una brocheta por si acaso. Además, al llevar fruta tarda más porque contienen más agua.

Cuando esté cocido lo sacamos del horno y dejamos reposar en el mismo molde unos minutos. Se termina de enfriar dándole la vuelta sobre una rejilla y se espolvorea con abundante azúcar glas.

Espero que os guste. Tengo un par de días de descanso en el trabajo y no veo la hora de meterme en la cocina. A ver si puedo hacer varias cosas que tengo en mente. Ya os iré contando.

Os dejo otra foto más de la porción por si aún no os he convencido ;)

Para la próxima receta...¡¡¡CUPCAKES DE LIMÓN Y FRAMBUESA!!!

Hace un año...¡¡¡PUDIN DE PLÁTANO!!!

Prometo volver pronto.