Hola a todos.

Lo primero que quiero hacer es agradecer todas vuestras muestras de ánimo y apoyo por la enfermedad de mi pequeña. Me han emocionado muchísimo.

¡GRACIAS!

El proceso es lento y con altibajos pero vamos avanzando, además, aunque sólo tenga siete años, mi niña es muy madura y lo lleva de una forma tan responsable, que asombra.

Como todo tiene su lado bueno, (aunque a veces es difícil encontrarlo) una cosa buena que nos ha traído la diabetes es la posibilidad de buscar nuevos alimentos aptos para ella y toda la familia. Así es como hemos descubierto el cous cous. Os puede parecer increíble pero nunca lo habíamos probado y ha sido todo un descubrimiento. Nos ha encantado. De momento sólo lo he cocinado con verduras pero probaré nuevas versiones porque creo que las posibilidades son infinitas. Si tenéis alguna receta que os guste en casa y no lleve azúcar, podéis pasármela y la probaremos.

Otro campo de investigación que tengo abierto es el de los dulces sin azúcar. Ya he probado varias recetas con distintos edulcorantes. La primera receta sin azúcar añadido que os traigo son unas cookies de chocolate que vi en el blog de Rosanna (Cosas con encanto), a la cual agradezco mucho su apoyo y asesoramiento desinteresado.

No me extiendo más y os pongo la receta.

INGREDIENTES

• 100 g de mantequilla sin sal a temperatura ambiente.
• 150 g Dayelet galletas.
• 1 cucharadita de extracto de vainilla.
• 1 huevo L.
• 150 g harina de repostería.
• 1/2 cucharadita de levadura.
• 35 g de cacao en polvo sin azúcar (yo utilizo Valor).
• 150 g chocolate negro sin azúcar.

PREPARACIÓN

Precalentamos el horno a 180º.

En un bol, mezclamos bien la mantequilla con el edulcorante. 

Después añadimos el huevo y volvemos a batir para que se incorpore completamente, junto con el extracto de vainilla.

Por último, tamizamos la harina, el cacao en polvo y la levadura para añadirla a la mezcla anterior y volver a mezclar.

Cortamos el chocolate negro en trocitos y lo unimos a la mezcla. También sirven chips de chocolate negro sin azúcar.

Tomamos porciones de la masa del tamaño de una nuez y la ponemos en una bandeja de horno con papel parafinado, separadas entre sí. Horneamos 12 minutos y sacamos.

Dejamos templar en la misma bandeja y pasados unos minutos las pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse.

Para conservarlas, las metemos en una lata hermética.

Tengo que deciros que están buenísimas.  A todos nos han encantado. No se nota nada que no tienen azúcar. La textura casi es igual que cuando la tienen, sólo un poco más húmeda. 

Espero que os hayan gustado.

Para la próxima receta, quiero enseñaros las galletas decoradas que hice para la Comunión de Pablo que, aunque sencillas, quedé muy satisfecha.

Así vamos alternando y mis niños no se ponen celosos el uno del otro ;)

En la próxima receta...¡¡¡GALLETAS DECORADAS PARA LA COMUNIÓN DE PABLO!!!

Hace un año...¡¡¡TARTA DE RICOTTA A LOS DOS CHOCOLATES!!!

Hasta la próxima.

No sé muy bien cómo empezar a escribir esta entrada.

Ni siquiera sé si todavía hay alguien ahí, después de tanto tiempo...

El 3 de abril os enseñaba el cumpleaños de mi princesa y a los pocos días, en plena preparación de la comunión de mi niño, mi niña era diagnosticada de diabetes mellitus tipo 1.

Nuestra vida ha dado un vuelco: control de insulina, recuento de hidratos de carbono, gramos de farináceas, hipoglucemias, hiperglucemias, etc. El caso es que estamos inmersos en muchos cambios al que vamos adaptándonos poco a poco y que también se verán reflejados en el blog. No sólo en la frecuencia de publicación, también en el tipo de recetas. Aún no sabemos muy bien cómo será pero habrá un apartado para las recetas sin azúcar, incluso creo que recetas saladas aptas para diabéticos. La verdad, no tengo nada claro.

De momento, y como os prometí en la última entrada, la receta de tarta de queso de Ingrid. 

Acierto seguro en mis celebraciones. No olvidéis su blog, My lovely food, os encantará.

INGREDIENTES

Para la base:

• 300 g de galletas Digestive o cualquier otro tipo que tengáis por casa.
• 20 g de mantequilla a temperatura ambiente. Yo le pongo un poco más.

Para la masa:

• 500 g de queso crema.
• 250 g de queso mascarpone.
• 3 huevos L.
• 2 yogures de limón.
• 80 g de harina.
• 150 g de azúcar.
• 15 g de levadura en polvo.

Cobertura:

• Mermelada de frambuesa, cerezas, frutos rojos...

PREPARACIÓN

Empezamos preparando la base. Para ello trituramos las galletas. Yo lo hago con el molinillo de mi batidora de mano. Incorporamos la mantequilla y lo unimos todo con las dedos.

Ponemos esta mezcla en el fondo de un molde de 24 cm que previamente engrasamos y forramos con papel de horno.

Vamos con el relleno. 

Mezclamos los huevos, el queso crema y el mascarpone a velocidad media. Añadimos los yogures y el azúcar, batiendo de nuevo.

Por último, la harina y levadura tamizadas.

Vertemos toda la mezcla en el molde y damos unos golpecitos en la encimera para que se nivele bien y salgan las posibles burbujas de aire de la masa.

El horno debe estar precalentado a 180º, como siempre. 

Metemos el molde y dejamos 45 o 50 minutos a 180º.

Sacamos y dejamos reposar 15 minutos.

Por último, metemos en la nevera a la espera de ser degustado. Yo los suelo dejar 24 horas y lo saco unos 15 minutos antes de comer para que se temple un poco y se aprecien mejor los sabores. 

Para mí, una tarta espectacular.
Os dejo un porrón de fotos para que juzguéis vosotros mismos.

Me despido ya. Espero volver pronto y lo haré con las primeras cookies sin azúcar que le he preparado a mi niña. A todos nos han encantado.

Para la próxima receta...¡¡¡COOKIES DE CHOCOLATE SIN AZÚCAR!!!

Hace un año...¡¡¡BIZCOCHO DE LIMÓN CON PERA SIN HUEVO Y SIN LACTOSA!!!

Hasta la próxima.

En plena Semana Santa, con la red llena de torrijas, pestiños y demás platos tradicionales, vengo yo con algunas fotos del cumpleaños de mi niña que se celebró allá por finales de enero. Y no es que no me gusten las torrijas y demás, que también las he hecho y comido, sino porque mi niña no hace más que preguntarme cuando iba a poner su cumple en el blog. Y creo que ya está bien. Mucho ha esperado y encima tiene que aguantar que estemos inmersos en los preparativos de la comunión de su hermano, lo cual no lleva muy bien.

Así que ahí van.

Ésta es la mesa dulce que preparamos con el fondo decorado al gusto de la cumpleañera. Del techo colgaban globos rosas y lazos. En el hueco que hay a la derecha de la imagen irían unos pañuelos de hojaldre y manzana pero en el momento de la foto se estaban enfriando sobre una rejilla.

La tarta principal estaba decorada con fondant. Los bizcochos eran genoveses bañados en almíbar y rellenos de ganache de chocolate y buttercream de turrón. CONFESIÓN 1: Mi opinión sobre el buttercream ha cambiado desde entonces. Probé dos buttercreams en este cumple y están para chuparse los dedos, chupar la cuchara y rebañar el bol hasta dejarlo reluciente. Vale, el aporte de calorías es enorme pero ¿quién se acuerda de eso en ese instante? ;)

El papel de azúcar lo encargamos a Julia y Julián de Postreadicción. Un trabajo impecable, al igual que el trato y todo se desarrolló rápidamente. Lo encargamos un viernes y el lunes siguiente lo tenía en casa. Quedamos encantados.

CONFESIÓN 2: Cubrir la tarta con el fondant es un infierno para mi. Solución: taparla lo máximo posible adornándola. Le puse violetas de azúcar, lazos, papel de azúcar, cristales de azúcar y con rotuladores comestibles pinté lo que se me ocurrió. Menos mal que a mi niña le gustó ;)

En estas fotos podéis ver los cupcakes de chocolate con buttercream de crema de cacahuete y pastas de te a las que añadí un poco de purpurina comestible también de color rosa.

CONFESIÓN 3: Me encanta la boquilla 1M de Wilton. La estrené en esta celebración y fue amor a primera vista.

De nuevo hice la tarta de queso clásica que vi en el blog de Ingrid (My lovely food) y de nuevo se acabó en un santiamén. Hubo invitados que me preguntaron si era la misma que hice en el anterior cumple porque les había encantado. ¿Creéis que si la hago para la comunión de Pablo me repetiría demasiado, jeje?

Unas sencillas galletas de vainilla con papel de azúcar que encantaron a las niñas.

Y las chuches...que no pueden faltar. Éstas las compré en Ikea.

Y esto es todo por hoy. Espero que os haya gustado. Iré poniendo las recetas poco a poco en cuanto pueda.

De momento, para la próxima entrada os voy a poner de una vez la receta y juzgáis por vosotros mismos...¡¡¡LA "LOVELY" TARTA DE QUESO!!!

Hace una año...¡¡¡CUMPLEAÑOS DE BARBIE!!!

Hasta la próxima.

Esta receta que os traigo hoy ha pasado a ser una de mis favoritas.

Ya os he comentado lo que me gusta el limón en la cocina, no sólo en los postres (bizcocho de limón y queso batido, bizcocho de queso y limón, bizcocho de limón y pera sin lactosa o cupcakes de limón y frambuesa), sino también en lo salado: ese pollo al horno con limón y especias, los filetes bien macerados en limón con ajo y perejil para hacerlos después a la plancha o empanados...y paro ya que me entran ganas de ir a comprar más limones.

Los dos últimos los he utilizado en este cake o bizcocho, lo que hace que tenga un intenso sabor a limón. No sólo por el bizcocho. También por el glaseado que lleva.

Ésta vez para darle un toque más valentiniano, le puse frambuesas.

No me enrollo más y os paso la receta. La vi en Dulce y algo salado.

INGREDIENTES

Ingredientes para el bizcocho:

• 200 g de harina de repostería.
• 100 g de harina de maíz (yo, Maizena).
• 1 sobre de levadura en polvo.
• 200 g de azúcar.
• La piel de 2 limones.
• 3 huevos L.
• 160 g de mantequilla sin sal en trozos pequeños.
• 120 g de leche (la mía, semidesnatada).
• El zumo de 1 limón.

Ingredientes del glaseado:

• 200 g de azúcar glas.
• el zumo de 1 limón.

PREPARACIÓN

Precalentar el horno a 180º y preparamos el molde de cake. Para ello lo untamos de mantequilla y lo forramos con papel de horno.

Tamizamos las harinas con la levadura y las reservamos.

La ralladura del limón la mezclamos con el azúcar. Yo lo hice en la misma amasadora. Después vamos incorporando los huevos y batimos hasta obtener una crema muy esponjosa.

Añadimos la mantequilla derretida y templada. Seguimos con la leche y el zumo de limón poco a poco.

Por último, añadimos la mezcla de harinas a cucharadas y poco a poco, a velocidad baja.

Añadimos algunas frambuesas y mezclamos, dejando varias para poner por encima.

Esta masa la vertemos en el molde y metemos en el horno durante 40 o 50 minutos. Yo siempre pincho con una brocheta para estar segura. El mío está en su punto con 55 minutos, pero al ponerle las frambuesas el tiempo ha subido a 1 hora y 15 minutos.

Mientras se hace el bizcocho, preparamos el glaseado. Sólo hay que mezclar el azúcar en polvo con el zumo de limón hasta que no queden grumos.

Cuando saquemos el bizcocho, lo dejamos enfriar unos minutos y después lo desmoldamos sobre una rejilla.

Templado, lo bañaremos con el glaseado.

Espero que lo probéis y me digáis que os parece.

Para la próxima entrada...¡¡¡CUMPLEAÑOS TEMÁTICO DE VIOLETTA!!!

Hace un año...¡¡¡KRINGLE DE SAN VALENTIN!!!

Hasta la próxima.

¡A buenas horas! Sí, ya sé lo que estaréis pensando... a final de enero nos trae ésta el árbol de hojaldre...

Bueno, más vale tarde que nunca. Os lo podéis apuntar para las próximas navidades, lo preparáis decorado con azúcar en polvo como los auténticos árboles nevados que hay por toda España, o lo hacéis emulando a un hermoso árbol en primavera, a ver si así llega antes el buen tiempo ¿no? 

En definitiva, es un postre tan fácil y tan rico que desparecerá en un santiamén. Por lo menos, eso ocurrió en mi casa. Me ayudó a prepararlo mi niña por la mañana y esa tarde desapareció. La receta está por toda la blogosfera ;)

INGREDIENTES

• 2 planchas de hojaldre cuadradas.
• Crema de cacao y avellanas en abundancia ;)
• 1 huevo batido.
• Bolitas de chocolate para decorar, azúcar glas, o lo que queramos.

PREPARACIÓN

Como podéis imaginaros por las fotos,  no tiene ninguna complicación. 

Sólo hay que cubrir una de las láminas de hojaldre con la crema de cacao, tapar con la otra lámina de hojaldre y recortarlos dando forma de árbol. Hacemos cortes paralelos en ambos lados para hacer las ramas y les damos vueltas. Pincelamos con el huevo batido y adornamos a nuestro gusto.

Os pongo algunas fotos de la preparación, pero también podéis encontrar el paso a paso en otros blogs, como el de Rosa (Velocidad Cuchara).

Quiero daros las gracias a todos los que seguís ahí, pendiente de mi cocina aunque el ritmo de publicación ha bajado considerablemente. De verdad, que me alegran muchísimo vuestras visitas y comentarios. También a los que me seguís por Facebook, que cada vez sois más. ¡¡¡GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS!!!

Bueno, ahora estoy metida en plena preparación de cumpleaños temático de Violetta para mi niña. Sí, también me ha tocado. Y eso que no les dejo ver la serie porque considero que es para adolescentes y no para unos niños de 9 y 7 años. Llamadme rara si queréis, jeje. A lo que iba...intentaré volver por aquí lo antes posible.

Para la próxima receta...¡¡¡CAKE DE LIMÓN!!!

Hace un año...¡¡¡PAN DE HIGO!!!

Hasta la vuelta.